Modificación de conducta

A menudo los problemas de conducta de un perro resultan de la falta de integración social cuando era cachorro. Apenas se puede recuperar más tarde lo que los perros no podían conocer ni aprender en la fase de formación del carácter y la fase de la integración social. Por eso es tan importante ofrecer al cachorro ya desde muy joven estímulos ambientales concretos y muy diferentes y facilitarle contactos sociales positivos. Se debería empezar también muy temprano con la educación básica mediante el juego.



Además, se pasan por alto con frecuencia las predisposiciones básicas y específicas de una raza, si el propietario de un perro, por ejemplo, considera principalmente el aspecto del perro y no se pregunta si la nueva familia puede satisfacer las exigencias de la determinada raza. Un ejemplo clásico es la tenencia de perros como el Pitbull o el Rottweiler que muchas veces causa problemas si no tiene una tarea adecuada y adaptada a las características de su especie. Para evitar la elección del "compañero" equivocado y una decisión de la que uno se arrepintiera posiblemente toda la "vida de un perro", sería mejor consultar a un experto, y de esta manera incluso el perro se alegrará de su nuevo hogar.

Dueños que quieren entender el comportamiento de su perro - lo que cada propietario responsable debería hacer - tienen que comprender primero que los perros viven normalmente en grupos sociales (manadas) y necesitan estructuras claras. Sólo así se asegura la supervivencia desde la vista del perro tomando por base su descendencia del lobo y refiriéndose a la manada de lobos. Todas las manadas tienen un líder. Si se trata de una manada de perros salvajes o una manada de lobos los líderes son generalmente los progenitores. En convivencia con el hombre el perro espera que el propietario ocupe el puesto del líder de la manada. Al fin y el cabo es el mundo de nosotros, el mundo de los seres humanos, con el que el perro debe familiarizarse, y nosotros tenemos que ayudarle.

Sin embargo, si el hombre resulta ser "incapaz" desde la vista del perro y el perro no acepta al hombre como "líder", será con mucha probabilidad el perro mismo que ocupe el papel del líder y asigne al propietario una posición subordinada. Pero la conclusión inversa no quiere decir que su cuadrúpedo nunca pueda tumbarse en el sofá o que usted no pare de darle órdenes. Más importante es el hecho si el perro le permite a usted tomar asiento en el sofá, es decir si ceda inmediatamente su sitio cuando usted lo demande! No se debería subestimar una cosa: Un perro dominante no sólo puede ser pesado sino también peligroso.

Para hacer posible una vida común sin conflictos entre el perro y el dueño es indispensable que el propietario cumpla con responsabilidad su puesto como líder de la manada a fin de que el perro tenga confianza en su dueño. No obstante, la opinión muy extendida que un líder competente es obligatoriamente un dictador no es correcta. Un líder competente es más bien un miembro sereno de la familia con superioridad mental que ofrece seguridad. Para esto es imprescindible crear una relación de confianza sin violencia con nuestro perro. Sólo un perro que tiene confianza en su hombre se comportará como un perro sin problemas y complacerá a su amo o ama.